En primavera es el mejor momento para hacer excursiones, así que preparamos las mochilas y nos dirigimos al río Aller, que nos dijeron que era una ruta muy asequible para todas las edades y que resultó tratarse de un lugar espectacular con unas vistas que no te imaginas que existan tan cerca, totalmente sobrecogedoras.
En serio, me encantó invertir mi tiempo libre con la familia en semejante entorno: acabamos cansadísimos, pero totalmente entusiasmados y de un relax impresionante.